4 ene 2012

Indignación.

– Como le decía, consiste en que usted perdería diez kilos en máximo media hora.
– Pues no le veo la lógica. Ni la gracia, vamos.
– Le aseguro que la tiene. La dieta está basada en una técnica revolucionaria maya, algo modificada, en la que gracias a la ayuda de sierras y dagas usted va a sentirse más ligera y en cosa de minutos. ¿Brazo o pierna?
– ¿Técnica revolucionaria? De qué –con despecio tira un jarrón de la mesa del despacho–. Me devuelve el todo dinero de la consulta. Estafa.
– Todavía no me ha pagado.
– Mejor.

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