18 dic 2012

Llorar

Joven y bruja con linterna, en la noche y abrigadas, entrando en el parlamento abandonado.

 ¿De verdad es usted consciente del peligro que corremos entrando en Lugar Abandonado 1 a esta hora? Y sin permisos.
 Soy muy consciente. Más de lo que debería.
 Lo intuyo en su hablar. Rezuma cobardía por sus jóvenes poros: no engaña a nadie.

Las dos dentro, en la oscuridad.


 Dígame: ¿cree usted en los fantasmas, Joven 1?
 Creo más en los marcianos y en el paro. Pero le tengo a todo más o menos el mismo respeto.
 Que es ninguno, imagino, ¿cómo puede orinarse en este sitio lleno de almas en pena atrapadas? Huele desde aquí.
 Estoy orinada.
 No lo jure.
 Lo siento. Es que está muy oscuro y con esa linterna solo enfoca a las zonas que yo considero terroríficas.
 ¿Se refiere por ejemplo a esa mecedora del siglo XVI con esa casual Ana Botella en pena, desnuda, meciéndose sobre ella?
 ¡¡Aah!! orín—. Apáguela.
— En la oscuridad habita la terror.
 ¡Pues enfoque al suelo!
 Es que el suelo es de cobardes.
 ¡¡Me voy por la puerta!!
 Mejor.