14 jul 2010

Compañeras de gimnasio.

- Me he puesto con la máquina de los pies y aquí me ves, duchándome contigo, harta de la vida, pero feliz, eso sí; ¡y sudando como una cerda que estoy, Lola!
- Sí que eres vaga, ¿no? Te has puesto solo un cuarto de hora.
- Seré todo eso que tú quieras, pero... ¿y las risas que nos hemos echado? *Agarra fuerte del brazo y habla desde muy cerca* Lo que nos pudimos reír. Sabes que conmigo no te va a faltar nunca el cachondeo.
- Pero si has venido hace solo veinte minutos, fantasma, y te has puesto a hacer la pava con la máquina esa de los pies. Y antes has estado hablando con la María un ratito, vamos. No me vengas con cansancios, que estoy muerta.
- Me estoy empezando a aburrir y te voy a tener que contar otro chiste.
- *Jaleo* ¡Pero vete al carajo, niña! ¡Fuera, fuera! ¡Quita tu mano de mi jabón, que yo sí estoy sudada! ¡Me amargas!
- ¡Eres toda insultos! ¡No te conocía hasta hoy!

5 jul 2010

Oh.

¿No que me la han metido doblada en la tetería? Tengo una amiga que trabaja en una tetería donde yo quiera. Es turca, es buena gente. Pues bien, ella tiene contactas, contactas buenas, que me ofrecen recetas y consejos a base de tés y narguilés graciosas cargados de drogas para bajar de peso. Lo que pasa es que estoy gordita, y me gustaría parecerme a alguien delgada, por eso. Espera. Ya. Eso, que ayer me presentó a otra niña que me iba a pasar otra recetita, alguien en quien la turca confiaba endeje chica, pero que no había podido venir antes por problemas personales o porque estaba de vacaciones falsas. Estuvimos hablando un buen rato y me pasó un papel plastificado, que yo entendía como la receta que esperaba. En el título ponía "Cómo perder siete kilos en cinco segundos." Ya me olía raro. Y abajo una puta foto. Abajo una puta foto-jeroglífico como estas que te vienen con el ABC para que tú averigües algo, en la que salía una motosierra y una pierna, por separado. La niña se estaba riendo de mí en mi cara. Decidí irme.

Pobrecitta Lópaz, de Sevilla capital.

Hiciste bien.