13 may 2018

Aurora II

   La relación que unía a Aurora con el océano Atlántico era mucho más compleja y oscura de lo que podamos llegar a imaginar.

   Desde el segundo después de su fortuito y violento nacimiento hasta ayer, Aurora pasó sus días pintando al óleo vastos paisajes áridos llenos de amarillos 116U y 1205C que la transportaron a ningún sitio ya que ella no sabe pintar. Le dijo adiós a esta forma de expresión después de tres semanas y media intentándolo con muy poca constancia, siendo sinceros. Todo tirado a la basura ya que la paciencia tampoco era su fuerte.

   Un innato y fuerte sentimiento la lleva a querer evocar de forma casi constante situaciones que sean muy contrarias a su procedencia. Todo para olvidar.

   Para mejorar sus habilidades humanas probó la nutrición, socializar y el sexo. En todas tuvo mucho éxito, así consideró, pero ninguna la llenaba completamente. ¿Cuál era el motivo? ¿Por qué ella no podía ser simplemente feliz? El hecho de que por A o por B los tres hombres con los que mantuvo relaciones sexuales murieran ahogados dos semanas exactas después de que el coito tuviese lugar tampoco ayudaba a la causa, la verdad.


Hombre 1: sintió la impetuosa necesidad, durante la madrugada, de beber doce litros y medio de agua sin motivo aparente. Al que hizo siete empezó a beber por la tráquea y por ahí no se bebe.


Hombre 2: metió la cabeza en la pecera de un restaurante chino y respiró un par de veces ahí dentro.


Hombre 3: simplemente se arrojó al mar a las 4:34 de la mañana.


   En una de otras tantas huidas artísticas dentro de ese vórtice de crisis existencial, Aurora encontró la música. Fue lo único que pudo salvarla y hacerla olvidar completamente de dónde viene. Pasó por la clásica, tristemente no la convenció. Muchos otros géneros también pasaron desapercibidos para ella. Se quedó, después de semanas probando -o hasta que la cuenta de prueba de Spotify premium acabase-, en la que le produjo mayor satisfacción: heavy metal.


Más ruido, menos silencio. Silencio: su casa. Ruido: lo contrario.