29 jul 2011

La intrusa jáquer.

   Una señora descubre a otra en la habitación del ordenador, con la luz apagada. Solo la alumbra la pantalla. La internauta huele a croqueta, a semanas sin ducharse.

- Hola.
- ¿Cuándo ha entrado? Si lo puedo saber. Y quién es.
- He entrado hará cosa de media hora. La saludé mientras dormía... pero no respondió -se levanta retirando la vista de la pantalla por primera vez-. Encantada: soy Luisa.
- ¿Luisa qué? ¿Luisa nada? Y no la saludé porque mientras duermo suelo estar dormida.
- Buena cosa.
- Váyase, la puerta queda tras de mí.
- Espere que cierro el Tuenti -se sienta.
- Si no tengo internet... ¿qué chanchullo me trae?
- Verá... -se levanta y se sienta otra vez, como yéndosele la perola- soy jáquer, ¿sabe?
- Sé.
- Podría reconfigurarle la computadora para que coja redes lontanísimas, y poder así meterse en su red social favorita de grati. ¿Tiene usted marido?
- Sí.
- Pues muy bien.

Silencio. La cara de la intrusa refleja varios colores, como si estuviera viendo pasar fotografías.

- “Notemetasenestaredhijoputa”, “Barbi”, “KABRONESSS”, “Red insegura”, “WEBSTAR 255”.
- ¿Eso qué es?
- Todas las redes en las que se puede meter, gratis. Sus vecinos.
- Gracias. Cuánto le debo.
- Un colacao, ¿tiene?
- Nesquik.
- Mal.

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