Una señora que se ve que no está bien de la cabeza, vestida solo con un pareo y unas gafas de sol enormes, sentada enfrente de otra en el metro.
– ¡¡Soy estival!! –zarandeo
– No la he preguntado yo nada.
– Peor. Pregúntemelo.
– ¿Qué es usted?
– Capricornio. ¡Y estiva! Y un poco pirómana también. Secretito.
– No lo habría imaginado –mirando las cerillas o la gasolina.
– Me gustan los fuegos más que Otra Cosa, en realidad. Si tuviera que elegir estival o pirómana, elegiría PIRÓMANA.
– Ya veo.
– Soy piromanísima.